jueves, 18 de abril de 2013

EDUCAR EN EMOCIONES






“Nos enseñaron desde niños cómo se forma un cuerpo, sus órganos, sus huesos, sus funciones, sus sitios, pero nunca supimos de qué estaba hecha el alma” 
Mario Benedetti.



Quizás no seamos conscientes de todo aquello que nuestras emociones iluminan y ensombrecen a lo largo de nuestra vida. Nadie nos dijo como manejarlas, como cambiarlas o aprenderlas, parece como si nos olvidáramos de ellas por el simple hecho de que no se vean. Pero,  estaréis conmigo en que son fundamentales en nuestro día a día.

Las emociones determinan nuestra relación con el mundo que nos rodean. Nuestra salud mental y bienestar personal se influyen mutuamente, dependiendo en gran medida de cómo nos relacionamos con el mundo, así de las emociones que se generan. Al nacer no tenemos desarrollados el pensamiento, ni el lenguaje, ni siquiera podemos planificar lo que hacemos, sin embargo, nuestras emociones nos permiten comunicarnos e identificar aquello que es bueno y malo para nosotros.



Cada vez que experimentamos una emoción, podemos crear pensamientos acordes a esta, interviniendo además nuestro sistema nervioso como el preparador del organismo para la mejor respuesta. Las emociones son como un sistema de alarma que se activan cuando detectamos algún cambio en la situación que nos rodea; son recursos adaptativos que los seres humanos presentamos, y que dan prioridad a la información más relevante para cada uno, activando así diferentes procesos que nos permitirán dar una respuesta

En la infancia, experimentar emociones positivas con frecuencia, favorece el posible desarrollo de una personalidad optimista, confiada y extrovertida, sucediendo lo contrario con la vivencia de emociones negativas. Por ello es tan importante una adecuada educación emocional ya que nos permitirá adquirir destrezas para el manejo de los estados emocionales, reducir las emociones negativas y aumentar en buena medida, las emociones positivas.


Una buena educación emocional conlleva todo un proceso de aprendizaje en el que se va construyendo la visión del mundo, de nosotros mismos y cómo nos manejamos.
Además cada experiencia que vivimos tiene un tono emocional, agradable o desagradable. 
Con un desarrollo adecuado de las emociones podremos:
 -Recuperarnos antes en el tiempo de la experimentación de emociones negativas.

- Adoptar una actitud positiva ante la vida. 
-Ser más optimistas, pero no en exceso.  
-Saber expresar nuestros sentimientos
-Tener una autoestima realista.
 -Presentar capacidad de cooperación y una buena resolución de conflictos.

Para concluir comentaros que lo mismo de importante es sacar buenas notas, o ser una estrella en el fútbol... que educar en emociones.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario